¿Tiene algún sentido hacerse las preguntas que han surgido en la filosofía?

A lo largo de nuestra vida nos llegamos a preguntar miles de cosas, de las cuales, me atrevo a decir que ninguna podemos responder. En realidad por poder,  podemos contestarlas todas, pero seguramente la respuesta no sea la correcta.

Personalmente creo que plantearse esta serie de cuestiones tiene sentido, ya que detrás de absolutamente todo, hasta de lo más insignificante, hay un por qué.  Vivimos en un mundo complejo, abarrotado de elementos que de alguna forma hemos “normalizado”. Preguntárselas demuestra ser una persona curiosa, inconformista y con ganas de evolucionar. El ser humano padece una característica, que yo más bien encasillaría como virtud; y es que nos gusta lo difícil, ya que cuanto más complicado esté algo, más ganas tenemos de obtenerlo.

Tiene sentido porque es lo más frustrante que nos encontraremos siempre, ya que nunca podremos afirmarlas al cien por cien (o eso creo yo).

Tiene sentido, porque nos han ayudado a evolucionar y lo seguirán haciendo.

Tiene sentido, porque a pesar de que las respuestas que se den en un momento determinado no se las consideren las soluciones definitivas, nos llenan de conocimiento y sabiduría.

Y aunque esto suene un poco contradictorio, creo que tienen sentido porque ellas mismas son las que nos lo dan a nosotros, ya que es lo que nos hace pensar y lo que nos hace razonar, es decir, lo que nos hace existir.

En conclusión, creo estas cuestiones son el legado más antiguo que la humanidad tiene y lo más especial que nos podremos plantear siempre, porque siguiendo el modelo explicativo al que en ese caso me refiero (la Filosofía) serán lo que nos hará no perder nunca la inquietud que nos une.

Clara Benítez